miércoles, 14 de noviembre de 2018

Otro Regalo de Navidad para Dios Padre


A medida que maduramos nuestra idea de un buen regalo de Navidad cambia. Cuando somos niños, lo que pensamos es en lo que vamos a recibir, pero a medida que crecemos y, sobre todo, cuando tenemos hijos, nuestro pensamiento va más dirigido a pasar un grato momento en familia. Los regalos pasaron de ser el centro de la Navidad a una actividad más de ella.

Basta que solo un miembro de la familia no esté presente para crear un profundo sentimiento de nostalgia. Los que hemos pasado por eso, saben a lo que me refiero. Y más aun, como padre de hijos pequeños, no quiero ni imaginarme cómo sería que uno de mis hijos no estén conmigo en Navidad. Y si yo siendo humano con todas mis imperfecciones puedo sentir esto, ¡cuánto más mi Padre Celestial sentirá lo mismo!

Imaginémonos lo siguiente: que la parábola del Hijo Pródigo de Lucas 15 se desarrolló en época Navideña. Yo sé que en ese entonces todavía no se celebraba Navidad y que, además, es solo una parábola, pero ¡usa tu imaginación!

Imaginemos que era el 24 de diciembre en la noche y que el padre de familia todavía estaba de pie mirando al horizonte esperanzado que su hijo regrese. Sí, ese hijo que lo humilló, que prefirió más su dinero que a él y despreció todo el amor y tiempo que se le había dado. Y, de repente, ¡el milagro de Navidad ocurre! ¡El padre ve a lo lejos que su hijo viene! ¡Sin pensarlo dos veces el padre corre llorando "a abrir su regalo"! ¡Abraza a su hijo, lo besa hasta el cansancio, lo recibe gustosamente y se prepara a celebrar no solo la Noche Buena, sino también el regreso de su hijo!

El padre no podía estar más feliz. El regalo que pedía por Navidad se le había sido concedido. Con ojos llorosos y una sonrisa de oreja a oreja le decía a todo al que se le cruzaba: "¡Mi hijo ha regresado! ¡Feliz Navidad!" Pero, inesperadamente, uno de los criados se le acerca para decirle al oído una mala noticia: "Señor, disculpe, su hijo mayor está afuera y no quiere entrar."

La sonrisa del padre se le fue. No dudó en dejar la celebración para salir a buscar a su otro hijo. Mientras iba, el padre pensaba: "Él también es mi hijo. Lo amo. Su lugar es celebrar a mi lado".

Cuando llegó con él, con ojos llorosos le dice muy amorosamente: "Hijo, entra a la casa. Celebra con nosotros. Este es tu hogar. No tienes por qué estar aquí." El corazón del hijo mayor estaba endurecido, cegado por sus propias razones y resuelto a no celebrar con su familia. Se había empecinado a no ser movido de su posición y dispuesto a quedarse allí hasta las últimas consecuencias.

Lo que no sabía el hijo mayor es que el amor del padre era más terco que su orgullo. El padre se había empecinado en no dejar a su hijo solo afuera, su amor lo cegaba de todas las maldades de su hijo, estaba resuelto a nunca abandonarlo y hacerlo cambiar de opinión llenándolo de amor. El padre quería su "otro regalo de Navidad" y nunca se rendiría en conseguirlo.

¿Qué crees que nuestro Padre Celestial desea como regalo de Navidad? Yo creo que desea que todos Sus hijos estén en casa participando de la celebración. ¡Todos! Pero, ¿qué quiere decir eso? ¡UNIDAD!

Creo que lo que nuestro Padre Celestial desea es lo que Jesús oró: que estemos unidos, que seamos uno, que no miremos lo que nos diferencia, sino lo que nos une. Quiere decir que no debemos atacarnos, juzgarnos ni pensar menos el uno del otro solo por creer diferentemente ciertos puntos de la Biblia, y que no debemos mirar de qué denominación somos por encima del hecho de que somos hermanos.  La Biblia dice que el mundo creerá que Jesús es Dios cuando vea unidad en nosotros (Juan 17:21).

Cuando veo a mis hijos pelearse me duele en mi corazón. ¡Cuánto más le dolerá a nuestro Padre Celestial vernos divididos por razones que nosotros pensamos como correctas!, pero lo único que demuestra que nos empecinemos en nuestras razones es que todavía no entendemos Su corazón.

Entendamos que así como el padre del hijo mayor no le discutió si tenía razón o no sobre por qué no quería entrar a la fiesta, sino que solo le pidió que entendiera su corazón, de la misma manera nuestro Padre Celestial no nos discute si es que tenemos razón o no sobre por qué estamos desunidos, pero sí nos pide que entendamos Su corazón. Así como el padre del hijo prodigo no estaba celebrando que su hijo era un sinvergüenza, sino que estaba vivo, así también nuestro Padre Celestial quiere celebrar con todos sus hijos que todos hemos sido salvados por Jesús y que todas nuestras faltas han sido cubiertas por Su amor.

Navidad es un tiempo familiar. Yo creo que nuestro Padre Celestial piensa lo mismo, pero ¡la gran diferencia es que Su familia es MUCHO más grande! Entendamos Su corazón abriendo el nuestro al llamado de unidad entre todos nosotros, Su hijos, Su iglesia, Su familia.

¡Espero te haya ayudado!

¡Feliz Navidad!

sábado, 10 de noviembre de 2018

Peace in the middle of so much Violence


One characteristic of the time we live in is violence. This is something undeniable. This doesn't only happen at country's level where we see that the conflicts between nations get worse, but also we see it as much as a symptom of society as individual. It is even in social network!

Nowadays people live in a hurry and tense in the traffic, they exasperate easily if the person in front of them in the line to the cash machine takes longer than they should, we don't find tolerance whatsoever between each other, you can find insults everywhere in social media, people are killed just for a cellphone, brutally beaten up just for liking a different football team, verbal rudeness and lack of patience is daily fare, and abuse has become normal in many families. Sadly, it's not the first time that the earth is so full of violence.

The same characteristic is found in Noah's days. Genesis 6:11 says: "The earth was full of violence". I remember that 25 years ago I used to asked myself how much violence must've been back then for the Bible to say that the earth was full of violence, but now I think that maybe it hasn't been much different from nowadays or, at least, that we're close to be like them.

But what makes me think the most is that in Matthew 24:37 says that "as the days of Noah were, so will also the coming of the Son of Man be". That's to say, one of the characteristics of the earth before Jesus comes back is that it'll be full of violence.

2 Timothy 3:1-3 states it clearer because it says that the last days will be perilous and the people will be cruel, truce breaking, fierce, selfish and without natural affection.

I see these characteristics in many people nowadays. That's why, on one hand I'm happy that I can see that my Jesus is coming soon, but on the other hand it saddens me how many people suffers for violence, as much for receiving it as for giving it.

As christians, the Bible gives the solution: "Overcome evil with good" (Romans 12:21).
"Repay no one evil for evil. Have regard for good things in the sight of all men. If it is possible, as much as depends on you, live peaceably with all men. Beloved, do not avenge yourselves, but rather give place to wrath; for it is written, "Vengeance is Mine, I will repay," says the Lord. Therefore, «if your enemy is hungry, feed him; if he is thirsty, give him a drink; for in so doing you will heap coals of fire on his head.» Do not be overcome by evil, but overcome evil with good". (Romans 12:17-21)
In Jesus's time, there was an abusive Roman law, which consisted in that a Roman soldier could legally demand you to carry his package (backpack, purse, etc.) for one mile, and then you could leave.

Can you imagine that law nowadays? How do you believe people would react? How would you react if a policeman approach to you and say: "Carry my package for a mile"? I think that social networks would be fill with videos on those abuses, protests would fill many of our streets and many would rather fist-fight the police than to obey that law.

Sadly violence by words or actions ALWAYS produce more violence. Hurt people hurt people. That's why Jesus, in order to stop the degrading vicious circle of violence, told his disciples what to do: "And whoever compels you to go one mile, go with him two" (Matthew 5:41). Would you be able to do it? That's why it's necessary more strength to be christian than not to be it.

Can you imagine the face of the Roman soldier after hearing from a Jesus's follower that he/she is offering to carry his stuff for one more mile? I imagine a face of surprise, thinking "is he/she for real?", but at the same time, of curiosity for knowing why he/she is different, why he/she is not upset or angry like everyone else, why he/she doesn't hate me like everyone else.

As a result, in the worst-case scenario, it's very likely that this soldier won't demand again to the same person to carry his stuff, but in the best-case scenario, surely this soldier will tell to this person: "I want to know the God you know".

Do you have a problem with your neighbor, family member, workmate? Any of them is starting to act with violence against you either by word or by action? How about if you get out of that degrading vicious circle of violence and rather start to apply this principle and let your heavenly Father move. Overcome evil with good! Ask for strength and wisdom to your Father to do this!

Will this guarantee that this person will change? No, unfortunately no. That's why Romans 12:18 says "as much as depends on you, live peaceably with all men", in other words, sometimes people will not change, BUT check out what our Father promise us (and you can hold on to this promise!) in Psalms 34:12-14 if we want to see good days:
"Keep your tongue from evil and your lips from telling lies. Turn from evil and do good, seek peace and pursue it."
Note that ALL the requirements to see good days DEPEND ON US, no one of them depends of the things that happen to us. In other words, we might be surrounded by violence, BUT if we do not answer that violence with more violence, but rather, seeking peace, our Father promises us that we'll see good days!

Overcoming evil with good, seeking peace in the middle of violence, it might not end up in friendship with the ones that hurt us, but you will end seeing good days in the midst of violence, your heart will be protected against evil, you'll have joy in spite of everybody is attacking you, because you'll learn that the Prince of Peace will be with you always.
"Peace I leave with you; my peace I give you. I do not give to you as the world gives. Do not let your hearts be trouble and do not be afraid" (John 14:27) 
"In this world you will have trouble. But take heart! I have overcome the world" (John 16:33)
I hope this may have blessed you!

-----------------------------

For more teachings you may want to visit my page "Consejos y Enseñanzas Varias" (Various Tips and Teachings) clicking Here. There you will find teachings about marriages, parents, leadership and more =)

domingo, 4 de noviembre de 2018

¿Por qué cuando oro no pasa nada?


Algo que tenemos que recordar es que cuando oramos SIEMPRE pasa algo. El problema no se encuentra en nuestra oración ni en Dios, sino en nuestra expectativa. ¿Qué es lo que esperamos que suceda cuando oramos? Creo que la mayoría espera inconscientemente que la respuesta VENGA inmediatamente, a las pocas horas o, en el peor de los casos, en los próximos días.

Nos hemos desilusionado por nuestra oración debido a la expectativa que teníamos. Uno se desilusiona cuando recibe algo diferente a lo esperado. Pero si entendemos bien qué debemos esperar cuando oramos, entonces no solo la desilusión desaparecerá sino, que también podremos posicionarnos mejor para obtener la respuesta que buscábamos.

Tenemos que cambiar nuestra mentalidad de "LA RESPUESTA VENDRÁ" a "IR A TOMAR LA RESPUESTA". No dudo que haya ocasiones que "la respuesta viene" sin que nosotros movamos un dedo, pero normalmente no es así, sino que tú y tu Padre trabajan juntos.

En 2 Crónicas 20:17 nuestro Padre le dice a Josafat que "por esta vez ellos no tendrán que pelear". ¿Por qué les dice "por esta vez"? ¡Porque normalmente eran ellos los que peleaban!

En Marcos 11:24 Jesús dijo que todo lo que pidamos en oración, debemos creer que lo recibiremos, y vendrá. En mi post Cree que lo tomarás, y vendrá explico que la palabra griega que fue traducida como "recibir" en verdad significa "tomar". Por lo tanto, ¡Jesús está diciendo que todo lo que pidamos en oración, debemos creer que lo tomaremos, y lo obtendremos!

La oración no cambia a Dios, sino a nosotros. Hay que tener en claro que cuando oramos no estamos convenciendo a nuestro Padre que nos conceda lo que le pedimos. ¡Es imposible convencer a nuestro Padre de algo! Si es algo bueno lo que le estamos pidiendo, ¡Él ya lo quiere para nosotros! ¡Inclusive lo ha querido desde antes que nosotros y ha hecho más que nosotros para que podamos recibirlo! Y si es malo lo que le pedimos, ¡nunca lo convencerás!

¿De qué somos cambiados nosotros en cuando oramos? Principalmente de nuestra mentalidad de "RECIBIR LA RESPUESTA" a "TOMAR LA RESPUESTA".

Nuestro Padre siempre ha usado personas para hacer Su voluntad aquí en la tierra. Inclusive para salvar a la humanidad, tuvo que hacerse persona para eso, ¡y nació Jesús! Eso que le estás pidiendo a tu Padre Celestial en oración, no es más que una expresión de Su voluntad, porque recuerda y convéncete de esto: ¡LA VOLUNTAD DE TU PADRE CELESTIAL ES BENDECIRTE!

Entonces, ya que eso que le pides es de acuerdo a Su voluntad, usará a alguna persona para eso, y lo más seguro que esa persona seas tú.

Ese proceso de cambiar nuestra mentalidad de "RECIBIR" a "TOMAR", toma tiempo, pero inclusive si ya estamos convencidos que Él quiere bendecirnos, tomará tiempo el escuchar la dirección que nos da para ir a tomar la respuesta. Durante ese tiempo, seguramente habrán intentos fallidos, pero si no nos rendimos, tarde o temprano tomaremos nuestra respuesta.

Entendiendo esto, esa demora que experimentamos en la respuesta de nuestras oraciones es básicamente por:
1. Pensar que nosotros no haríamos nada, sino que todo lo haría nuestro Padre.
2. Demorar en convencernos que nosotros somos los principales medios que nuestro Padre usaría para que esa oración sea contestada.
3. Escuchar la dirección de nuestro Padre acerca de cómo tomar esa oración.

¿Qué le estás pidiendo a tu Padre Celestial? ¿Sanidad de alguna enfermedad, provisión para algún proyecto, restauración matrimonial, un viaje, un auto, más amigos? Esa respuesta a nuestra oración, esa tierra prometida, esa promesa hecha realidad, ¡es la voluntad de Padre porque Él te ama! ¡Y también quiere ayudarte a que las tomes!

¡Espero te haya ayudado!

--------------------------

¡Haciendo click AQUÍ podrás encontrar más enseñanzas y consejos sobre la oración, la sanidad, matrimonios, padres, la gracia, liderazgo, entre muchos otras que te serán de bendición!

viernes, 2 de noviembre de 2018

¿Bajo la Ley o la Gracia? ¿Qué es eso?


Quiero explicar lo que significa estar bajo la Ley y lo que significa estar bajo la Gracia para que la próxima vez que lo leas en la Biblia o que escuches a alguien hablar de ello sepas de qué se trata y puedas recibir mejor de Padre Celestial.
¿Qué es estar bajo la Ley?
Estar bajo la Ley es CREER QUE DEPENDES DE TUS PROPIOS ESFUERZOS para hacerte digno de estar delante de la presencia de Dios sin ninguna culpa y digno de Sus bendiciones. 
¿Qué es estar bajo la Gracia?
Estar bajo la Gracia es CREER QUE JESÚS TE HIZO DIGNO para estar delante de la presencia de Dios sin ninguna culpa y digno de sus bendiciones.
El asunto es CREER. ¿Crees en tus esfuerzos o crees en lo que Jesús hizo por ti? ¿Confías en ti o confías en Jesús?

Apréndete esto y te será más fácil entender muchos pasajes de la Biblia y/o cuando alguien haga referencia a estos conceptos.

El que lo entiendas y, sobretodo, que lo recibas en nuestro corazón, marcará un antes y un después en tu vida cristiana. Hay tantos testimonios que he escuchado (yo mismo soy uno de ellos) sobre que no entendían la Gracia de Jesús. Pensábamos que sabíamos acerca de la Gracia, pero la limitábamos a la gracia que te lleva al cielo, pero no la relacionábamos a la gracia con el vivir una vida libre y plena aquí en la tierra.

Muchos de nosotros pensábamos que estábamos bajo la Gracia, pero en realidad, nuestros actos decían que estábamos todavía bajo la Ley, porque si bien es cierto entendíamos que Jesús es quien nos dio entrada al cielo gracias al perdón de nuestros pecados, en la vida diaria todavía nos sentíamos indignos de la presencia de nuestro Padre y de sus bendiciones por haber hecho algo malo o por no haber sido lo suficientemente buenos. Muchos nos sentíamos que no alcanzábamos el estándar que Dios exigía de nosotros, nos sentíamos lejanos de Dios, a pesar de ya haber sido aceptados por Él.

Debido a ello nuestra mentalidad no era la de una conquistador deseoso y listo de tomar todo lo que nos pertenecía, sino la de uno que tenía que ganarse las cosas y, como el estándar de Dios era simplemente inalcanzable, siempre vivíamos con una actitud de derrota, de mendigos, de cansancio por los constantes esfuerzos y de frustración porque nunca era suficiente.

Pero cuando entendimos y recibimos lo que es estar bajo la Gracia de Jesús, ¡todo cambió! ¡Y sigue cambiando! Entendimos que lo que Jesús hizo es más que suficiente para hacernos dignos de nuestro Padre y de sus bendiciones, que no tenemos que constantemente ganar lo que Él ya ganó para nosotros, que Él nos ha aceptado sin condiciones, que somos Sus hijos y siempre lo seremos.

¡Muchos sentimos que el haber entendido y recibido la Gracia de Jesús es como si hubiéramos vuelto volver a nacer! Muchos pensamos: "¡Qué he estado creyendo toda mi vida! ¡Por qué no entendí esto antes! ¡Parece como si antes hubiera leído una Biblia diferente!"

Ahora, la convicción que nos embarga de pertenencia y aceptación por nuestro Padre, cambia nuestro panorama de la vida. La inseguridad de que si Dios me bendeciría fue reemplazada por la seguridad que YA lo hizo, y que Él está con nosotros para ayudarnos a tomar lo que nos pertenece. ¡Ya no vamos como mendigos, sino como hijos del Dueño de todo, del Todopoderoso!

Nuestro Padre, a lo largo de la historia de la iglesia, ha estado restaurando verdades que han estado en su Palabra, pero que no las veíamos. La salvación por fe, la santidad, la sanidad, el bautismo en el Espíritu Santo, son algunas de las verdades que nuestro Padre ha estado restaurando, y ahora está restaurando la revelación de la verdad de la Gracia de Jesús a su iglesia.

Si todavía no has tenido esta revelación en tu vida, te animo a que ores pidiéndole a nuestro Padre Celestial que te la revele. Si no crees en la gracia de Jesús como una verdad que está siendo revelada a la iglesia de hoy, míralo de esta manera (usando un poco de la sabiduría de Gamaliel- Hechos 5:34-39), pídele a Dios con un corazón sincero que te revele también a ti esta verdad y, si es un mover real que Él está haciendo hoy en la iglesia, Él te lo revelará; pero si no es, ¿qué puedes perder?

¡Espero te haya bendecido!

 -----------------------

Para más posts sobre la Gracia de Jesús, visita: Favor Inmerecido, ahí encontrarás tanto enseñanzas prácticas como testimonios sobre el Favor Inmerecido de nuestro Padre Celestial.