domingo, 30 de julio de 2017

Jesús, Sabiduría y Poder

¿Sabes qué hacer para mejorar tu matrimonio? ¿Sabes cuáles son los pasos a seguir para mejorar tu situación económica? ¿Sabes cómo alcanzar tus sueños? Muchos nos estancamos porque simplemente no sabemos qué hacer, nos falta la sabiduría para saber qué paso tomar. Si ese es tu caso, ¡hay una buena noticia para ti! ¡Jesús sí sabe qué hacer! ¡Jesús es la sabiduría que necesitas!

Hay otro grupo de personas que sí saben qué hacer, pero no pueden hacerlo. Saben qué hacer para salir de esa adicción, para dejar de pelear con su pareja, para ser mejores padres, para salir de las deudas, etc., pero simplemente no lo hacen. No es que no quieran hacerlo, sino que no pueden hacerlo. Este grupo se identifica con el apóstol Pablo en Romanos 7:15 donde dijo: "Lo que hago, no lo entiendo, pues no hago lo que quiero, sino lo que desteto, eso hago." Te falta el poder para hacer lo que sabes que debes hacer.  Si ese es tu caso, ¡hay una buena noticia para ti! ¡Jesús es el poder que necesitas!

¡La Biblia dice que Jesús es la sabiduría y el poder de Dios! (1 Corintios 1:24). La sabiduría y el poder de Dios que necesitas, se encuentran en Jesús. Sino sabes qué hacer, Jesús te da la sabiduría que necesitas (Santiago 1:5), y si sí sabes qué hacer, pero no tienes el poder para hacerlo, Jesús te da ese poder (Filipenses 2:13). Tu respuesta no solo se encuentra en Jesús. ¡Tu respuesta es Jesús!

Jesús dijo: "Yo soy el camino" (Juan 14:6). Jesús también le dijo a cuatro pescadores: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres" (Marcos 1:17). Es decir, Jesús no solo quiere darte las instrucciones necesarias para mejorar, ni tampoco un poder eventual para hacer lo que tienes que hacer. JESÚS QUIERE TRANSFORMARTE EN UNA PERSONA MÁS SABIA Y PODEROSA. Él lo puede hacer. Él superará tus expectativas.

En otras palabras, Jesús no solo quiere decirte qué hacer para sacarte de tus deudas, ¡Jesús quiere que vivas en prosperidad! Jesús no solo quiere darte el poder para perdonar, ¡Jesús quiere que ya no te afecten esas ofensas! Jesús no solo quiere que te reconcilies con tu esposo, ¡Jesús quiere que vivas el Cielo en la tierra en tu matrimonio!

Si permaneces en Él, constantemente buscándolo, meditando en Su Palabra, JESÚS HARÁ DE TI UNA MEJOR PERSONA EN TODO SENTIDO. Florecerás, en TODAS la áreas de tu vida. Sólo Jesús sabrá sacar lo mejor de ti. No te preocupes cómo lo hará. ¡Solo preocúpate de permanecer en el Camino! ¡Él es el Camino!

viernes, 28 de julio de 2017

Una Reflexión por 28 de Julio


La mayoría se queja, pocos son parte de la solución. Yo no quiero ser parte de los "criticólogos", sino los que están "en la cancha" ayudando.

Yo no quiero tener la excusa de la manada: "Cuando todos lo hagan, yo lo haré". No quiero ser parte de la manada. Quiero ser diferente.

Yo no quiero cambiar cuando la mayoría de peruanos cambie, porque entiendo que es al revés, ya que yo también soy parte de la mayoría de peruanos. Yo también soy peruano, y decido cambiar. ¡Ojalá la minoría, los que queremos hacer las cosas bien, seamos mayoría!

Yo no quiero cambiar por temor a un castigo, sino porque quiero un Perú mejor. Hace años fueron estrictos en multar a los que no se ponían cinturón de seguridad en el carro, y funcionó, ahora la mayoría lo usa. ¡Por qué se tuvo que esperar al castigo para hacer las cosas bien! ¿Por qué no mejor hacerlo porque quieres un Perú mejor?

Yo no quiero quejarme de la corrupción del Perú, cuando soy corrupto en pequeñas cosas.

Si quieres un Perú diferente, depende ti. Sí, de ti. No depende del presidente, del congreso, de los jueces o de cualquier otra autoridad. ¡Depende de ti porque todos ellos vinieron de ti!

Mi amigo peruano, mi amiga peruana, mi querido compatriota, tú que amas al Perú, no botes basura en la calle, no compres robado, no te pases la luz roja, no te estaciones donde no debes, no mientas, no seas "criollazo", respeta a tus vecinos, etc. "¡Qué exagerado!", quizás estés pensando, pero si piensas así, es porque no te das cuenta que el secreto de los grandes cambios se encuentra en los pequeños cambios. ¡Cambia tú primero!, y entonces, porque eres peruano, ¡el Perú cambiará!

Cuando nos demos cuenta que el poder de tener un mejor Perú está en nuestras manos, ese día..., ¡oh Dios mío!..., ese gran día...

¿Por qué ese gran día no puede ser hoy?

¡Felices fiestas patrias mi compatriota!

¡Qué Dios bendiga al Perú!

viernes, 14 de julio de 2017

"Soy Corrupto, pero no tanto"


Si yo tengo un ánfora con 95 pelotitas rojas y 5 blancas, y si meto mi mano para sacar una pelotita al azar, ¿qué pelota es más probable que saque, roja o blanca? ¡Es obvio que la roja!

Así es como me gusta explicar por qué es que hay tanta corrupción en nuestras autoridades.

Nuestras autoridades no siempre fueron autoridades, sino que alguna vez fueron parte del pueblo (¡y regresarán al pueblo!). ¿Por qué, entonces, hay tanta corrupción en nuestras autoridades? Porque la corrupción la llevamos nosotros: el pueblo.

No es que se vuelven corruptos cuando están en el poder. No. Esa corrupción siempre ha estado ahí, y luego se manifestó de la forma como lo vemos en las noticias.

Quizás el pueblo no cambió constantemente el contrato para la Línea 2 del Metro de Lima, pero sí trata de sobornar al policía para que no le ponga papeleta. Quizás el pueblo no hizo un "negociazo" de millones aceptando una coima por una carretera, pero sí se roba la señal de la TV por cable. Quizás el pueblo no robó lo donado para reconstruir Pisco por el terremoto, pero sí compra cosas robadas o pirateadas porque es más barato. Quizás el pueblo no puede burlarse de las autoridades y no anda prófugo de la justicia en EEUU, pero sí se burla de las leyes de tránsito.

Etcétera, etcétera y etcétera.

Corrupción es, por definición, la alteración de la norma o estructura de algo. En este caso, de las leyes peruanas. Y lo hacemos SIEMPRE EN BENEFICIO PROPIO.

Ya sea que esas autoridades hayan sido elegidas democráticamente, por llamamiento o postulación, todas esas autoridades vinieron del pueblo. Y si la mayoría del pueblo está corrupto, ¿qué probabilidad hay que llegue una autoridad honesta y deseosa de trabajar por el pueblo?

Nuestra "ánfora", el Perú, tiene "95 pelotitas de corrupción", es decir, la mayoría tienen corrupción en su corazón. Este no es un problema solo de ahora, sino de años. Hace casi 200 años Simón Bolívar denunció este hecho en una carta:

"Una de las principales causas de los desastres de la República,
ha sido la escandalosa dilapidación
de sus fondos..." - Simón Bolívar, 1824.

Sin querer decir que no estoy de acuerdo que los corruptos pasen por el proceso judicial, resalto el escándalo que muchos manifiestan al ver la corrupción. Señalan la corrupción como si estuvieran libre de ella. Se asustan como si la corrupción fuera algo nuevo, cuando, por el contrario, ha sido bien permitido en ellos por mucho tiempo. Ellos están diciendo sin darse cuenta: "¡Yo soy corrupto, pero no tanto!", o "un poquito de corrupción está bien, ¡pero mucho no, pues!"

MIENTRAS NO CAMBIEMOS, NO ESPEREMOS QUE NUESTRAS AUTORIDADES CAMBIEN. Nuestras autoridades no deben cambiar para que nosotros cambiemos. Es al revés. Cuando nosotros cambiemos, ellos cambiarán, porque ellos vienen de nosotros.

Si eres de los que pensaste que quejarse del sujeto que le faltó el respeto a Christian Cueva grabándose mientras lo insultaba por fallarse un penal es preocuparse de tonterías habiendo problemas más serios en el Perú, no has entendido el verdadero problema del Perú. Sujetos como ese hay muuuuchos, sin RESPETO POR LOS DEMÁS, y así llegan a puestos de autoridad.

Cuando las actuales autoridades corruptas no estaban en puestos de autoridad todavía, es más que seguro que era su estilo de vida normal el evadir impuestos, pasarse los semáforos en rojo, comprar pirateado, robar cable, engañar a sus clientes no ofreciéndoles lo mejor (estas dos últimas parecen ser el caso de este tipo), etc.

Y es más que seguro que si tu estilo de vida es parecido a ese, si llegas a tener un puesto de autoridad, serás un corrupto más.

Por eso, si SOLO estás harto de la corrupción de nuestras autoridades y no de la falta de respeto a los demás que se en la vida diaria, si es que llega a solucionar el problema de la corrupción actual de nuestros gobernantes, tarde o temprano volverán a surgir nuevos gobernantes corruptos.

El Perú tiene más de 30 millones de problemas. Uno de esos problemas me atañe a mí. Uno de esos problemas te atañe a ti. Cuando tú y yo cambiemos, el Perú cambiará. No antes.

jueves, 13 de julio de 2017

¡Solo por dos horas!


La primera parada del avión cuando viajamos a EEUU de vacaciones fue en el gigantesco aeropuerto de Atlanta. Sólo teníamos dos horas para llegar a nuestra conexión, pero primero teníamos que pasar por migraciones y luego ir al otro extremo del aeropuerto. ¡Hubiésemos perdido la conexión si es que no se hubiese atrasado el vuelo!

La próxima vez que tenga que parar en ese aeropuerto por dos horas ya sé lo que haré. Llevaré ropa para cambiarme, iré al baño a ducharme con toallas húmedas, tendré listo en qué restaurante comeré, me compraré varios cafés porque no quiero quedarme dormido y perder el vuelo, rentaré un carro, compraré ropa nueva, reservaré una habitación de hotel, tendré listos mis entradas al cine y a algún parque de diversiones para la espera, llevaré cuatro o cinco libros para no aburrirme, y me aseguraré de tener el celular cargado y con línea para llamar a mis amigos y familiares.

Exagerado, ¿no?

"¿Por qué tanta cosa si es solo dos horas de espera?", seguro te estás preguntando. Además, el aeropuerto de Atlanta no es mi destino, sino que solo pasaré UN RATITO por ahí. Toda esa preparación se entenderá necesaria para el destino, no para la parada.

MUCHOS HACEMOS EXACTAMENTE LO MISMO CON ESTA VIDA, LA CUAL NO ES MAS QUE UNA PARADA, NO NUESTRO DESTINO FINAL.

Piénsalo. ¡TODAS tus preocupaciones son acerca de esta vida! Nos sobre preocupamos por las cosas de esta vida y no por las eternas. Tenemos nuestra mirada en las cosas que pertenecen a esta vida, la cual es como el vapor (Santiago 4:14), no dura mucho, en un momento está, pero en el siguiente desapareció, en lugar de poner nuestra mirada en el Cielo.

Si aprendemos a vivir con la perspectiva de que estamos de aquí solo de pasada, aprenderemos a vivir despreocupados y confiados en Dios. Dejaremos de sobre preocuparnos y estrenarnos por la comida, el vestido, la vivienda, la moda, el trabajo, el qué dirán, viajo o no, etc., porque nos daremos cuenta que todo eso es sobre esta vida. ¡Todo esto es para "las dos horas" que estaremos aquí! ¡Todo esto para este "ratito"! En cambio, si ponemos nuestra mirada en el Cielo, le empezaremos a dar la importancia debida a las cosas eternas: perdonar, amar, la unidad, ayudar a otros, decirle lo mucho que te importa esa persona, la adoración, la Palabra, tu tiempo familiar. ¡Es ahí cuando la verdadera paz y gozo gobernará nuestros pensamientos en todo momento!

lunes, 10 de julio de 2017

Papá, ¡cuando te dé el encuentro, me lo tienes que contar!

Papá, ¡cómo quiero saber cómo fue tu encuentro con Jesús! ¿Qué te dijo, cómo te recibió, qué hizo? ¿Tú lo reconociste a primera vista o supiste que era Él porque fue corriendo hacia ti? O quizás lo reconociste porque sentiste un amor descomunal, ése del que tanto te hablábamos, y quizás pensaste: "Él, de seguro, es Jesús." ¡Cuando te dé el encuentro, me lo tienes que contar!

Quiero saber, papá, cómo fue que Jesús secó tus lágrimas. ¿Lo hizo con sus manos, tenía un pañuelo, o quizás se secaron con su ropa mientras te abrazaba? ¿Qué pensabas en ese momento? "Oh, estoy ensuciando la ropa de Jesús con lágrimas y moco. ¡Qué vergüenza!", o quizás ¡hasta esa vergüenza Él se la llevó en la cruz! ¡Quizás ni mocos hay en el Cielo! Quizás sí hay mocos en el Cielo pero a Jesús no le importaba porque para él, aunque te hayas ido a los casi 94 años, ¡sigues siendo su bebé! ¡Cuando te dé el encuentro, me lo tienes que contar!

¡Quiero saber por qué llorabas! No pregunto si es que lloraste o no en ese momento porque de eso estoy seguro. ¿Fue su abrumadora presencia llena de amor el cual acá en la tierra nos hace llorar, y que tú allá la habrás sentido por primera vez? ¿Fue que sentiste cómo hasta la última gota de condenación abandonaba tu ser? Quizás ni tú mismo lo sepas y ni te importó preguntar por qué llorabas porque sólo querías disfrutar ese momento. Nunca te he visto llorar (mi mamá sí), y mucho menos como un niño. ¡Qué escena tan conmovedora! ¡El imaginármela me hace a mí llorar! ¡Ojalá la hayan grabado! 😬 ¡Cuando te dé el encuentro, me lo tienes que contar!

¿Qué se siente no sentir NADA malo? ¿Qué se siente no sentir más condenación ni culpa de ningún tipo? ¿Qué se siente no tener remordimiento de nada? ¿Qué se siente no tener NADA de tristeza, NADA de enojo, NADA de angustia, NADA de preocupación? ¿Qué se siente no tener ni un dolor físico en absoluto? ¿Cómo sentiste que todo eso se fue de tu ser? ¿Fue gradual o instantáneo? Y al mismo tiempo ser llenado de la plenitud de gozo que existe en Su presencia, que aquí en la tierra podemos disfrutarla en parte, pero ¡allá en el Cielo sólo podemos imaginarnos cómo será! ¡Cuando te dé el encuentro, me lo tienes que contar!

Papá, ¿extrañas? ¿Me extrañas? ¿Extrañas a mamá, a mis hermanos, a amigos, a seres queridos? ¿Extrañas la casa? ¿Extrañas el trabajo? ¿Extrañas el parque? ¿Existe ese sentimiento allá en el Cielo, o aun el extrañar no puede habitar al lado de Su Presencia? ¡Cuando te dé el encuentro, me lo tienes que contar!

¿Qué se siente reencontrarse con tus seres queridos que tú aquí en la tierra les diste el adiós? ¿Qué sentiste cuando viste a mi abuelita Delia, a tu papá, a los tíos, tías, familiares y amigos que llegaron allá antes que tú? Dice la Biblia que tendremos cuerpos nuevos, así que me pregunto, ¿los reconociste, ellos te reconocieron, Jesús te ayudó con eso o habían ángeles encargados para ese trabajo? ¡Cuando te dé el encuentro, me lo tienes que contar!

Cuando yo te dé el encuentro, ¿me reconocerás, me estarás esperando al lado de Jesús?

Te amo papá.