jueves, 3 de enero de 2019

¿De qué partido político ser?

En ocasiones me preguntan de qué partido político soy. "¿Eres fujimorista, aprista, de derecha, de izquierda...?" ¿Realmente es tan importante ser de algún partido? Muchos dicen que sí es importante porque de ello depende el futuro de nuestro país. Realmente no lo creo. Soy un firme creyente que el futuro de nuestro país no depende de un grupo de personas de los políticos de turno, sino de todos y cada uno de nosotros. El Perú no cambiará cuando los políticos cambien, sino cuando nosotros cambiemos.

¿En contra de la política?
Si te han preguntado alguna vez de qué partido político eres, es muy probable que tu respuesta, si no coincidió con el partido de la persona que te preguntó, haya acabado en un intercambio de argumentos subido de tono. "¡Pero cómo puede ser posible que apoyes a tal persona después de lo que ha hecho!", "¿Me estás bromeando? ¿De verdad eres de ese partido?", "Si te informaras más, estoy seguro que cambiarías de parecer", son cosas que comúnmente se escuchan. Y si estás en las redes sociales, ¡prepárate a ser insultado!

No estoy en contra de la política, solo no creo que ahí se encuentre la solución para un mejor Perú, y mucho menos estando discutiendo e insultándose. La política no es buena ni mala, son las personas que la hacen buena o mala. Si a ti genuinamente te gusta la política y de corazón quieres ayudar a otros, ¡gente como tú es la que necesitamos en los puestos públicos! No te limites a solo discutir con otros, ¡sino sé parte del cambio!

Examínate
Es tan fácil enredarse en ese mundo porque casi todos hablan de eso. Y si no sabes del tema, te pueden decir que eres un despistado, ingenuo o sarcásticamente te preguntan dónde has estado. ¡Seguro habrá algunos que ven las noticias sólo para no ser el único que no sabe nada! Te animo a que examines tu propia vida y reflexiones si tanto involucramiento fue bueno para ti, para los que te rodean y para el Perú, o quizás solo te trajo estrés, cólera y frustración.

Recuerda que si haces lo que otros hacen, acabarás obteniendo sus mismos resultados. ¿Quieres renegar, frustrarte y desanimarte como lo hacen aquellos que solo pelean por eso? ¿Crees que valdrá la pena sacrificar tu salud emocional y, quizás, física, solo por "estar enterado"? Creo que no.

Parte del cambio
En lugar de hacer lo que los que se paran peleando hacen, mejor haz lo que hacen los que activamente contribuyen para un mejor país. Aunque sería bonito que participes de una iglesia, algún grupo de voluntarios para obras sociales, alguna organización sin fines de lucro, etc., no es necesario que así lo hagas para ser parte del cambio, porque mucho harás siendo un buen padre, una buena madre, un hijo(a), un buen hermano(a), un buen ciudadano(a), un buen empleado(a), un buen jefe(a), etc.

Si todos tomáramos conciencia de esto, estaríamos viviendo el cambio. Si todos nos volviéramos personas con valores, difícilmente escogeríamos a gobernantes sin valores; el plan de gobierno, aunque bien importante, ya no sería lo determinante para elegir a alguien, sino que en nuestra lista de cualidades estaría en primer lugar personas con un trasfondo genuino de ayudar a otros.

No cometas el mismo error
Ponte a pensar: de lo que más se ha protestado de nuestros gobernantes y ha causado tremendos malestares en la población es la corrupción y no su pobre capacidad de gestión. Sí hemos escuchado quejas sobre la pobre gestión de ciertos líderes políticos, pero esas quejas no se comparan con las protestas, frustración, desánimo y fastidio que genera la corrupción. Sin embargo, en las elecciones no exigimos como principal requisito a un candidato probo en su deseo de ayudar a otros. En nuestras conversaciones en el tiempo electoral lo que normalmente se escucha es: "No cometas el mismo error. ¡Revisa su plan de gobierno!"

¡Es culpa de los políticos!
Creo que el culpar a los políticos de la situación del país es una forma de evadir la responsabilidad que cada uno tiene en el cambio.

No solo tenemos responsabilidad porque nosotros somos los que los elegimos, sino porque, como dije, el verdadero cambio se encuentra en que CADA UNO de nosotros seamos parte activa en el cambio. Te lo vuelvo decir: nuestro país cambiará no cuando los políticos cambien, sino cuando nosotros cambiemos. El Perú no es la clase política. El Perú somos nosotros.

La madurez no viene con los años sino con la aceptación de responsabilidad (Dr. Cole). Entonces, dejemos de decir: "La corrupción de la clase política tiene al Perú como está", y comencemos a decir: "La corrupción en mí tiene al Perú como está" (lee mi post: Soy Corrupto, pero no tanto

¡Espero te haya ayudado!

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