miércoles, 8 de marzo de 2017

Feliz día a las Mujeres - ¡A ti más Amorcito!

¡Qué mejor manera de empezar mi blog que honrando a las mujeres por su día! Realmente, ¡qué haríamos sin ustedes! ¡Son las mejores!

Pero mi amorcito Cecilia, es la más especial, mi única.

En Génesis 2:18-24 vemos lo que es el concepto de Ayuda Idónea. La "ayuda" no fue para el trabajo que Adán tenía que hacer, lo cual era cuidar, cultivar y hacer producir el huerto. Para tal caso, mejor Dios le hubiera presentado a Adán un ingeniero agrónomo o algo así. Dios, como para que Adán se de cuenta qué clase de ayuda le sería Eva, primero le dijo que nombre a todos los animales. Adán lo hizo, pero "no halló ayuda idónea" en ello (Gen 2:20). Es decir, ¡hombre!, tu COMPLETA satisfacción no lo hallarás en tu trabajo, tus logros personales o alcanzando todo lo que te propones. Entonces, ¿en dónde hallamos esa satisfacción? Nuestra satisfacción completa se encuentra en relacionarnos con nuestro Padre Celestial. Adán, antes de ser el jefe encargado del huerto, era hijo de Dios. Su satisfacción no se encontraría en su trabajo sino en su relación con su Padre. Dios no creó a Adán porque quería que alguien extienda el huerto por toda la tierra, sino porque quería tener una familia. Y para ese propósito, Eva era la ayuda perfecta.

Eva fue creada para ser la ayuda idónea de Adán en su relación con su Padre. De la misma manera que las costillas cuidan principalmente los pulmones y el corazón, Eva "cuidaría" lo más importante en Adán: su relación con su Padre Celestial. Por eso las mujeres son más espirituales y más sensibles. Tienen ese "sexto sentido" el cual yo creo que es una percepción sobrenatural que Dios les dio para ver cosas que los hombres no vemos. Por eso siempre nos empujan a buscar más de Dios, a ser mejores. Por eso las esposas se sienten seguras cuando
ven a sus esposos adorar a Dios. Pero nosotros, terco y orgullosos, ¡no les hacemos caso! =(

Estás características las vi en mi mamá desde que era chico (y hasta ahora las tiene), y ahora las veo en mi amorcito.

Ceci, amor, tú cuidas mi corazón al empujarme a buscar más de mi Padre; lo haces no solo con tus palabras sino también con tu ejemplo. Me animas a ser mejor, a lograr más, a creer más en Sus promesas. Me enseñas todos los días a ser feliz a pesar de la circunstancias. Yo sé la "teología" de eso, pero tú realmente sabes la práctica. Me siento seguro teniéndote a mi lado. Me alegra saber que mis Juanes elegirán a alguien como tú para casarse.

Te amo.

¡Feliz día de la mujer!

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