jueves, 13 de septiembre de 2018

El Camino para Cumplir con la Visión que Dios te dio


Tú, que has recibido una visión de parte de Dios, puedes aprender bastante del testimonio de José para no cometer los mismos errores que él cometió, porque si José hubiera sabido una serie de elementos propios de la vision que viene de Dios, seguramente se hubiera ahorrado muchos malos momentos.

CUÁNDO se iba a cumplir la Visión
José no sabía para cuándo Dios tenía planeado que se cumpla esa visión. Por lo emocionado que va a contarle a sus hermanos sobre su sueño (Génesis 37:5-11), José seguro pensó que se cumpliría a los pocos días, quizás hasta semanas, pero no fue así, sino que ¡su vision se cumplió más de 20 años después de recibirla!

¿Has recibido una visión de parte de tu Padre Celestial que todavía no se cumple? ¡Espérala, porque aunque tardare, llegará! (Habacuc 2:3) No importa si ya han pasado varios años, ¡tu Padre fue fiel en poner aquello en tu corazón y será fiel en cumplirla! Recuerda, Él es el Autor y Consumador de tu fe (Hebreos 12:2).

DÓNDE se iba a cumplir la Visión
José tampoco sabía dónde se iba a cumplir la visión que recibió de Dios. Seguramente pensó que se cumpliría ahí mismo donde vivía en Canaán, pero no fue así, sino que fue en Egipto, una tierra diferente, con una cultura, creencias, costumbres e idioma diferentes.

A menos que hayas sentido que tu Padre te habló de un lugar específico, te recomiendo que no des por sentado que sabes dónde será que se cumplirá la visión que Él te dio, porque si estás asumiendo un lugar que Él nunca te dijo, puede ser que te estés sintiendo frustrado al ver que no estás en ese lugar o quizás estás tomando decisiones equivocadas agarrando como referencia un lugar equivocado.

CÓMO se iba a cumplir la Visión
Definitivamente José pensó que su familia iba a decir "¡amén!" a su visión e inmediatamente se iban a postrar delante de él para cumplir la visión. No fue así. La imprudencia de José sumado al odio de sus hermanos dio como resultado un camino muy triste para José. Pero recuerda esto: Las cosas que te suceden no determinan si tu visión se cumplirá o no. Las decisiones que tomas, sí.

¿Te están sucediendo muchas cosas que te hacen pensar que te están alejando de lo que tu Padre Celestial tiene para ti? Bueno, si llegas a pensar que te estás alejando de tu visión, entonces sí te estás alejando; pero si sigues siendo fiel a Jesús, sigues caminando un paso tras otro, sigues sirviendo a otros, sigues aprovechando las oportunidades que se presentan lo mejor que puedes, déjame decirte que no te has apartado de cumplir con lo que tu Padre Celestial tiene para ti. Estás en el camino correcto. ¡Sigue adelante! ¡El cumplimiento de tu visión se acerca!

Recuerda que tu Padre Celestial te dio la visión A TI. No se la dio a otros ni al diablo. ¡Tú eres el dueño de esa visión! Por lo tanto, NADIE tiene el poder de alejarte de ellaLa única persona que puede alejarte de tu visión eres tú.

El POR QUÉ de la Visión
Quizás la parte más importante en la que José falló en entender fue la razón de la visión que recibió de Dios. Al ver en sus sueños que los manojos y las estrellas se inclinaban delante de él (Génesis 37:5-11), José pensó que su familia le serviría a él, pero la intención de Dios era justamente lo contrario: José iba a servir a su familia dándoles el alimento para que no mueran.

Este principio funciona para TODAS las visiones que provengan de nuestro Padre Celestial. En otras palabras, si el fin supremo de tu visión no es servir a otros, esa visión no vino de Dios. Estás confundiendo una deseo personal con una visión que tu Padre te ha dado. Recuerda esto: Dios no te llamó para que otros te sirvan, te vean, te aplaudan, te alaben, te admiren, para que te agreguen valor ni para que los uses. Tu Padre Celestial te llamó a servir, cuidar, levantar, ayudar y agregar valor a otros.
No importa a qué te llamó Dios, Dios te llamó a servir.
No importa en qué posición te encuentres, si eres líder o no, si estás a la cabeza o no, si eres conocido o no, si tienes años sirviendo o si recién has comenzado, no importa lo que estés haciendo, el fin supremo de la visión que Dios te dio es el servir a otros. Por eso, si estás sirviendo a otros, estás en camino de cumplir la visión que tu Padre te dio.

Por eso José nunca se desvió del camino para cumplir su visión, porque él servía en donde se encontraba: sirvió a otros como esclavo, sirvió a otros como preso y sirvió a otros como primer ministro de Egipto.

NOTA: Los hermanos de José no rechazaron la vision de Dios, sino la presentación de José de esa visión. ¡Cómo los hermanos de José iban a estar en contra de alguien que los salvaría! Pero José no se presentó así, sino como uno a quien ellos debían servir. Cuando la gente entienda correctamente el por qué de la visión que Dios te dio, casi siempre la recibirán con los brazos abiertos. La gente rechaza a Dios normalmente porque nosotros, los cristianos, no lo presentamos correctamente. Nuestro Padre sabe que la mejor manera de ganarse el corazón de las personas es sirviéndolos, atendiendo a sus necesidades, mostrándoles amor, y la visión que Él te dio no es la excepción. Cuando entiendas de corazón el por qué de tu visión, la gente la recibirá.

El ALCANCE de la Visión
La visión que José recibió fue solo una pequeña parte de lo que Dios tenía para él, porque Dios le mostró a los 17 años que serviría a su familia, pero terminó sirviendo a todas las naciones de aquella región que fueron afectadas por la hambruna. El alcance total, es decir, a cuántas personas realmente ayudó y el impacto trascendental de ello, José nunca lo supo.

¿Crees que la visión que tienes en tu corazón es todo lo que tu Padre Celestial tiene para ti? Si lo crees así, te equivocas. Es solo una parte de un gigantesco todo. Tu Padre tiene mucho más de aquello que te mostró, más impacto en otros de lo que imaginas, más vidas tocadas de lo que crees. Solo en el Cielo nos enteraremos del verdadero alcance de la visión que nuestro Padre Celestial nos dio.

¡Espero te haya ayudado!

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