martes, 4 de septiembre de 2018

Hablando de Sexo a tus Hijos


Yo me enteré a los 11 años sobre de dónde venían lo bebés por un "amigo" del colegio que me lo contó asumiendo que yo ya lo sabía. Nunca he recibido algún consejo sobre el tema por parte de mis padres, no porque sean malos, sino, supongo, simplemente por desconocimiento del deber de instruir sobre el sexo a sus hijos, y supongo también que eso fue consecuencia de que sus padres no lo hayan hecho con ellos.

Batallé por muchos años con la pornografía y pienso que esa falta de guía fue una de las principales causas de ello. Esa falta de guía y las consecuencias que ello trajeron fueron restaurados por mi Padre Celestial a través de Su familia, la iglesia, mi Camino de Vida, porque ahí encontré la libertad, la restauración, la gracia y la guía que necesité.

Ahora, como padre, no deseo que mis hijos pasen por lo que yo pasé, sino que quiero ser ese guía que sé que necesitarán, quiero formar esa confianza para que se acerquen a mí cuando tengan dudas o pasen por algún problema sobre el sexo, quiero que tengan la seguridad que pueden contarme lo que sea porque sabrán que no dejarán de ser aceptados, que no habrá enojo, recriminación, culpa ni vergüenza, sino que encontrarán amor, comprensión, aceptación, guía y que, si hay algún problema, juntos encontraremos una solución.

Cuándo hablarles de sexo
Entonces, vino la pregunta: "¿Cuándo les hablo de sexo?" La respuesta fue revelada por Dios mismo porque fue en oración que sentí que me decía que debía hablarles de sexo ya. Eso fue en Octubre del 2016, lo conversé con mi esposa, y acordamos que lo haría cuando regresemos de un viaje que tendríamos para Navidad y Año Nuevo, y que lo haría solo con Juan Esteban que tenía 8 años. Lo mismo está sucediendo con Juan Pablo que acaba de cumplir 8, porque tendremos un viaje para este fin año y, de regreso, estaré hablando con él.

Cómo hablarles de sexo
Desde que lo acordamos con Ceci, le dije a Juan Esteban que en enero, cuando regresemos de viaje, tendría una conversación muy importante con él, sólo él y yo, que saldríamos a pasear, al cine, a comer, y que ahí se lo contaré. Le dije que quizás sea una de las cosas más importantes que tenga que decirle. Juan Esteban se sintió bien expectante.

Oré bastante para que Jesús guíe mis palabras para que el mensaje llegue correctamente.

Cuando llegó el día, estábamos comiendo un helado. Sentí que el enfoque de la conversación debía ser el amor y el matrimonio, que ese es el lugar correcto para que el sexo se desarrolle saludablemente y a plenitud.

Se lo expliqué con mi testimonio sobre cómo nos conocimos con su mamá, que éramos amigos por más de diez años antes de casarnos, que ambos amábamos a Jesús y la iglesia, que ambos nos conocimos como amigos en las reuniones de jóvenes, que ambos servíamos en la iglesia, que nuestro enfoque no fue la otra persona, sino Jesús, que cuando regresé del extranjero decidí enamorarme de ella y conquistarla, y ella me aceptó (después de mucho trabajo, debo decir 😀), que ambos queríamos hacer las mismas cosas para Jesús, que ambos tenemos los mismos sueños, que ambos nos prometimos amarnos para toda la vida, que él y su hermano son fruto de ese amor, que orábamos por él y su hermano aun antes de que hayan nacido; es decir, le pinté una imagen muy detallada para ilustrarle el lugar correcto en donde el sexo se debe desarrollar: amor y matrimonio.

Creo que si conversamos 30 minutos, 25 fueron sobre el amor y 5 sobre el acto sexual. Quería le quede bien grabado en su cabeza en dónde pertenece el sexo.

Por qué hablarles de sexo desde tan temprano
Tus hijos se van a enterar sobre el sexo ya sea por ti o por alguien más, y si es por alguien más, seguramente se enterarán más temprano de lo que crees y no le darán el mensaje correcto.

Como dije, yo me enteré a los 11 años y, según mi amigo, me enteré tarde. Ten en cuenta que el acceso a la pornografía de hace 30 años no era de tan fácil como lo es hoy. El diablo está detrás de nuestros hijos, por eso pienso que la mejor manera de cuidarlos de este falso y distorsionado mensaje sobre el sexo es que cuando éste llegue a la cabeza de mis hijos se encuentre con una fortaleza bien levantada y fundada, difícil, casi imposible de derribar, la cual será la verdad de nuestro Padre Celestial con respecto al sexo.

Proverbios 22:6 dice que si instruimos al niño en el camino de Dios, seguirá en el camino aun cuando sea viejo. Pero lo mismo sucede si instruyes al niño en cualquier otra religión o creencia, inclusive sucede lo mismo con los hábitos que les inculcamos desde niños, eso que aprenden desde pequeños, normalmente los acompañan el resto de sus vidas. Con el instruir al niño sobre la verdad de Dios sobre el sexo ocurre lo mismo.

Es por eso que cuando le conversé a Juan Esteban sobre sexo le hablé tanto sobre el marco de amor y matrimonio en el que el sexo se debe desarrollar para que cuando venga una idea diferente a ello, no será aceptada por él.

De otro lado, si no le hablo de sexo a mis hijos, como dije, otros lo harán, y cuando por fin me decida quizás sea muy tarde, porque la verdad de Dios que quiero enseñarles será la que se encuentre con una fortaleza bien levantada y fundada, difícil, casi imposible de derribar, pero de puras mentiras. Mis hijos terminarán pensado que soy un anticuado y fanático, porque las mentiras habrán tomado posesión de mente, todo porque yo no les hablé a tiempo.

Asume Responsabilidad de hablarles de Sexo a tus hijos
No creas que la responsabilidad de hablarles a tus hijos sobre sexo es de la iglesia o del colegio. Si no asumes esa responsabilidad, el diablo lo hará por ti. Recuerda, él está detrás de tus hijos, su enfoque es atraparlos desde pequeños, y ya está al acecho. Ya existen colegios en donde se pasan videos de "educación sexual" a niños de 8 años en donde se les enseña a tener relaciones sexuales, porque el diablo quiere atrapar sus mentes desde pequeños.

No huyas de esa responsabilidad. Ora para que nuestro Padre Celestial te dé sabiduría para saber hablarles, para saber llegar a ellos. No tiene que ser como yo lo hice porque todos somos diferentes. Tu Padre te dará la manera exacta y adecuada para ellos. Recuerda, Él los ama más que tú y está más interesado que tú en que el verdadero mensaje sobre el sexo llegue a sus corazones.

Ora por tus hijos. Háblales. Enséñales. Sé el(la) guía que ellos necesitarán.

¡Espero te haya ayudado!

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