Una de las características de los tiempos en que vivimos es la violencia. Esto es algo indiscutible. No solo hablando en gran escala a nivel de países en donde vemos que los conflictos de muchas naciones se intensifican, sino que lo vemos como síntoma de la sociedad y de forma individual. ¡Inclusive lo vemos en las redes sociales!
Las personas viven apuradas y tensas en el tráfico, se desesperan fácilmente si la persona delante de uno en la fila se demora por alguna razón, no hay tolerancia, se insulta muy fácilmente en las redes sociales, matan por un celular, golpean salvajemente por ser de un equipo de futbol diferente, rudeza verbal, falta de paciencia y, en muchos casos, los golpes se han vuelto "normal" y hasta aceptables en muchas familias. Lamentablemente no es la no es la primera vez que la tierra esté tan llena de violencia.
La misma característica la encontramos en los días de Noé. En Génesis 6:11 dice: "La tierra estaba llena de violencia". Recuerdo que hace 25 años me preguntaba cuánta violencia debió haber habido en ese entonces para que la Biblia diga que la tierra estaba llena de violencia, pero ahora pienso que quizás no ha sido muy diferente que ahora o, al menos, que estamos muy próximos a estar como ellos.
Pero lo que más me da qué pensar es que en Mateo 24:37 dice que "como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre". Es decir, una de las características de la tierra antes que Jesús regrese es que será llena de violencia.
2 Timoteo 3:1-3 lo dice más claro porque dice que los últimos días serán peligrosos y las personas serán crueles, implacables, despiadados, egoístas e insensibles.
Estas características las veo en muchas personas hoy en día. Por eso, por un lado estoy feliz que veo que mi Jesús viene pronto, pero por otro lado me apena en el corazón cuánta gente sufre por la violencia, tanto por darla como por recibirla.
Como cristianos, la Biblia nos da la solución: "Vencer el mal con el bien" (Romanos 12:21).
"No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de todos. Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos. No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza; yo pagaré», dice el Señor. Antes bien, «Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta». No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien" (Romanos 12:17-21).En los tiempos de Jesús había una ley romana abusiva, la cual consistía en que un soldado romano te podía ordenar que le lleves su paquete (mochila, bolsa, etc.) por una milla, luego de la cual, te podías ir.
¿Te imaginas que impongan esa ley hoy en día? ¿Cómo crees que las personas reaccionarían? ¿Cómo reaccionarías tú si un policía venga y te diga: "¡Llévame mi mochila por una milla!"? Creo que las redes sociales se llenaría de videos filmando esos abusos, se organizarían más marchas y muchos preferirían enfrentarse a golpes a la policía a obedecer esa ley.
Lamentablemente la violencia de palabras o acciones SIEMPRE engendrará más violencia. La gente herida, hiere gente. Por eso Jesús, para detener el degradante círculo vicioso de la violencia, les dijo a sus discípulos qué hacer: "A cualquiera que te obligue a ir con él una milla, ve con él dos" (Mateo 5:41). ¿Podrías hacerlo? Por eso, se necesita más fortaleza para ser cristiano que para no serlo.
¿Te puedes imaginar la cara del soldado romano después de escuchar de ese seguidor de Jesús el ofrecimiento de llevarle sus cosas por una milla más? Yo me imagino una cara de sorpresa, una cara de "este está loco", pero a la vez, una cara de curiosidad por saber por qué esta persona es diferente, por qué no está tensa y amargada como todos, por qué no lo odia como todos.
Como resultado, en el peor de los casos, es muy probable que este soldado no le vuelva a exigir a la misma persona que le lleve sus cosas, pero en el mejor de los casos, seguramente este soldado le diga a esta persona: "Quiero conocer al Dios que tú conoces".
¿Tienes algún problema con tu vecino, algún conocido, algún familiar, con algún compañero de trabajo? ¿Alguno de ellos está empezando a actuar con violencia contigo ya sea de palabra o acción? Qué tal si sales de ese degradante círculo vicioso de violencia el cual SOLAMENTE engendrará más violencia y mejor empiezas a aplicar este principio y dejas que tu Padre Celestial actúe. ¡Vence el mal con el bien! ¡Pídele fortaleza y sabiduría a tu Padre para poder hacer esto!
¿Esto garantizará que esa persona cambie? No, lamentablemente no. Por eso dice en Romanos 12:18 que "en cuanto dependa de nosotros, debemos estar en paz con todos", en otras palabras, a veces las personas no cambiarán, PERO fíjate en lo que nuestro Padre nos promete (¡y puedes aferrarte a esta promesa!) en el Salmo 34:12-14 que si quieres gozar días felices:
"Guardar la lengua del mal y el engaño, apartarse del mal y haz el bien, y buscar la paz y seguirla".
Respondiendo con bien el mal que nos hacen, buscando la paz en medio de la violencia, puede que no termine en siendo amigos con los que nos hacían daño, pero sí terminarás tú gozando de días felices en medio de tanta violencia, tu corazón estará protegido contra el mal, experimentarás gozo a pesar de que todos te ataquen, porque aprenderás que el Príncipe de Paz estará contigo siempre.
"Mi paz les dejo, mi paz les doy. Yo no se las doy como el mundo la da. Que su corazón no se angustie ni tengan miedo" (Juan 14:27)
¡Espero te haya ayudado!"En el mundo tendrás aflicción, pero confía, yo he vencido al mundo" (Juan 16:33)
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