viernes, 19 de octubre de 2018

Esconde a tus Hijos y Llénalos


La Biblia dice en Hebreos 11:23 en la versión Reina Valera que los padres de Moisés lo vieron como "un niño hermoso". Según la palabra que se usa en hebreo ("asteios"), quiere decir que lo vieron como un niño de la ciudad y, según el contexto, entendemos que se refiere a que los padres vieron a su hijo que no pertenecía donde ellos vivían, esto es, en la esclavitud, sino en la ciudad de Egipto.

Yo creo que esto es innato en la mayoría de padres: siempre quieren que sus hijos vayan más allá de lo que ellos han ido, que logren más de lo que ellos han logrado, que no vivan lo malo que ellos han vivido, que si ellos no han podido alcanzar sus sueños, quieren que sus hijos sí logren hacerlo. Y, ¿sabes qué?, ¡nuestro Padre Celestial no es la excepción!, porque Él, como padre que es, también quiere que Sus hijos alcancen todos sus sueños, y esto te incluye a ti y a tus hijos!

Pero, aquí está el secreto: los padres de Moisés lo escondieron de los ataques de faraón (Hebreos 11:23). Dice la Biblia que no tuvieron miedo de desobedecer la orden de faraón porque lo vieron hermoso, en otras palabras, debido a que sus padres estaban convencidos que su hijo estaba destinado para algo especial y que llegaría más allá de los que ellos han llegado, no tuvieron temor de ir contra la orden del Faraón y esconder a Moisés.

¿Qué ves en tus hijos? ¿Grandeza? ¿Un gran destino? ¿Que fueron hechos para algo especial? Yo creo firmemente que todo eso que sientes por ellos fue originado en el corazón de su verdadero Padre Celestial, que nuestro Padre puso en tu corazón como padre o madre un "vistazo" de su futuro, lo cual produjo en ti un convencimiento interno de que tus hijos fueron hechos para ser grandes.

La pregunta es, como padres, ¿qué podemos hacer para que nuestros hijos logren alcanzar esa grandeza? Creo que la respuesta la encontramos en el mismo versículo y ya lo habíamos mencionado: Esconder a nuestros hijos de los ataques del diablo, el cual usa el mundo como su forma de atacar (Juan 12:31). Quiero explicar esto:
Tú no puedes obligar a tus hijos a que cumplan con lo que Dios los ha llamado, pero sí puedes esconderlos de los ataques del mundo.
Dos cosas: Esconderlos y Llenarlos
Los padres de Moisés no lo obligaron a que se rehuse llamar "hijo de la hija del faraón" (Hebreos 11:24), sino que fue decisión propia de Moisés. Pero, ¿cómo llegó Moisés a tomar esa decisión? Dos razones: los padres de Moisés lo escondieron de lo malo y lo llenaron de lo bueno. Después de hacer eso, la decisión de Moisés de decidir por el camino correcto era algo casi inevitable.

Lo mismo es para nosotros como padres. Si queremos que nuestros hijos alcancen lo que nuestro Padre Celestial tiene para ellos tenemos que:

1. Esconderlos de todos los ataques del enemigo, y

2. Llenarlos del amor de Dios y su gracia.

Si hacemos esto, es prácticamente un hecho que decidirán por lo correcto y, por ende, cumplirán con lo que nuestro Padre tiene para ellos.

¿Cómo esconder a tus hijos del mal?
Esto se hace principalmente en oración (Mateo 6:13). No dejes de orar por ellos para que sean librados del mal, protegidos de cualquier mala influencia, que todo plan contra ellos sea desbaratado. Ora por sus futuros, matrimonios, negocios, ministerios. Nunca te canses de orar por ellos porque la oración es siempre escuchada. No importa si conociste a Jesús cuando tus hijos eran ya grandes, porque nuestro Padre Celestial puede tornar todo lo malo en bueno y recuperar todo lo perdido. ¡Confía en Él! ¡Deposita tus cargas en Él!

¡No cargues con la preocupación de tus hijos, porque nuestra preocupación, en la mayoría de casos, solo nubla nuestro pensamiento y obstruye el obrar de nuestro Padre! Recuerda que tus hijos son más hijos que nuestro Padre Celestial que tuyos, y Él los ama más que tú y sabe cuidar de ellos mejor que tú. ¡Ora por ellos y confía en Él!

Ahora, para esconder a tus hijos de los ataques del diablo como lo hicieron los padres de Moisés, no podrás hacerlo si tus hijos ya tienen una edad en la que ya no puedes decidir ciertas cosas por ellos. No es lo mismo que decidas qué programas de TV pueden ver cuando tienen 5 años a que cuando tienen 15. Tienes que tener sabiduría (¡y para eso es la oración y los consejos!) para saber qué puedes decidir por ellos y qué no. Llegará el momento en que qué amigos tener, con quién casarse, qué libros leer, dónde trabajar, etc., escapará de tus decisiones. No siempre podrás esconderlos del mundo, pero mientras que puedas, con sabiduría y mucha oración, hazlo.

Pero ojo, si no tienes el discernimiento de saber cuando dejar de esconderlos de ciertas cosas, pueda que ese método termine produciendo un resultado contrario al que buscabas y terminen, más bien, alejándose de Dios. Los padres de Moisés lo escondieron hasta cierto punto, pero después tuvieron que confiar en Dios y soltaron a Moisés. ¡Y dio resultado!

¿Cómo llenar a tus hijos de Su amor y Su gracia?
Esto se hace principalmente con tu ejemplo. Nuestros hijos no siempre serán obedientes, pero siempre serán buenos imitadores. La mayoría de nosotros hacemos lo que hacemos, sea bueno o malo, porque fue inculcado en nosotros. ¿Podemos cambiar lo malo? ¡Claro que sí!, pero es a través de otro proceso de inculcar.

Si tú conociste a Jesús cuando tus hijos ya eran grandes y, por lo tanto, ya les inculcaste cosas malas en ellos, no esperes que te escuchen porque ahora ya sigues a Jesús. ¡Nunca dejes de predicarles, pero no siempre uses tus palabras! Tu ejemplo, tu testimonio, el cambio que ellos vean en ti, será la mejor manera que ellos VEAN que existe un Dios que los ama y no los condena. Ellos verán el cómo respondes, tus gestos, tu disposición a ayudar, que antes eras de una manera, pero ahora eres de otra manera. Esto es super efectivo, pero demanda que tú primero vivas el mensaje que quieres que ellos reciban.

Si son pequeños, lo mejor que puedes hacer por ellos es llevarlos a la iglesia. ¡Ora y busca una iglesia  en donde reine el amor, la gracia y la aceptación de nuestro Padre Celestial! Huye de aquellas iglesias que te exigen obediencia para sentirte digno de las bendiciones de tu Padre Celestial. Sé parte de una iglesia en donde se inculque el cambiar como producto de conocer el amor y la gracia de Jesús, porque si tú te llenas solo de mensajes que te dicen: "¡Tienes que obedecer! ¡Tienes que obedecer! ¡Tienes que obedecer!", eso estarás transmitiendo a tus hijos y, tarde o temprano, se hartarán de ello, o terminarán viviendo una vida legalista basada en el temor, y ello no los llevará a cumplir con lo que nuestro Padre Celestial tiene pare ellos.

No te canses de llenarlos de palabras del amor y la gracia de Jesús. Aun si son pequeños bebés, porque recuerda que la Palabra de Dios es espiritual, y será tu espíritu que se comunica con su espíritu. Además, si los padres de Moisés solo tuvieron 3 meses para llenarlo de lo que ellos conocían de Dios, y aun así dio resultado, ¡cuánto más dará resultado con tus hijos si tú que tienes Biblia, iglesia y no solo 3 meses para hacer eso! Y mientras crezcan y tus palabras sigan siendo recibidas, ¡sigue hablándoles!, siempre con el discernimiento de no llegar a obligarlos.

Entonces, los padres de Moisés no tuvieron temor de ir contra las ordenes de faraón porque vieron algo especial en su hijo, así que lo escondieron, lo llenaron de las palabras de Dios y luego supieron dejarlo ir. ¡Tenemos que hacer lo mismo! Oremos para aprender cómo esconder a nuestros hijos del mal, cómo llenarlos de las Palabras de nuestro Padre y luego, saber cómo dejarlos ir. ¡Nuestro Padre Celestial estará con nosotros en cada paso!

¡Espero te haya ayudado!

----------------------------------

Podrás encontrar más buenas y prácticas enseñanzas para padres en este link: Enseñanzas para Padres



No hay comentarios.:

Publicar un comentario