miércoles, 3 de octubre de 2018

Cómo escuchar la Voz de Dios


Hay muchos que quieren escuchar que Dios les hable, normalmente porque quieren sentir Su dirección, lo que Él haría en tal o cual situación. ¿Eso es bueno? ¡Claro que sí! Si tú eres uno de ellos, te animo a que sigas intentándolo, y aquí te enseño la razón por la cual quizás no has tenido éxito con ello.

En Juan 5:47 Jesús nos dejó el secreto de ello: "Si no crees a sus escritos, ¿cómo creerán mis palabras?" Los escritos a los que Él se refería eran los escritos de Moisés, es decir, el Torah, el Pentateuco, los cinco primeros libros del Antiguo Testamento. En esos tiempos, conjuntamente con los libros proféticos y poéticos, eran la única Biblia que tenían, eran la Palabra de Dios a los que ellos hacían referencia. Pero hoy en día, gracias al Nuevo Pacto con Jesús, también tenemos el Nuevo Testamento, la cual, conjuntamente con el Antiguo Testamento, es la Palabra de Dios escrita para nosotros.

En Juan 5, Jesús les está hablando cosas nuevas, las cuales están basadas en las palabras que ya están escritas. La palabra en Juan 5:47 que Jesús usa cuando dice "¿cómo creerán mis palabras?" es la palabra griega "rhema", la cual es una palabra específica para un tiempo específico. En otras palabras, Jesús les estaba diciendo cosas nuevas, específicas, cosas que ellos necesitaban escuchar, pero esas Palabras Nuevas estabas basadas en la Palabra Escrita.

De ahí viene la corrección de Jesús cuando les dice (parafraseando):
"¿Cómo van a creer las palabras nuevas que les doy, si no creen la Palabra Escrita que ya les dejé?"
Entonces, la razón por la cual muchos cristianos fallan en escuchar la voz de nuestro Padre Celestial cuando Él los quiere guiar en algún área, es porque no conocen o no creen la Biblia, la Palabra escrita de Dios que ya les dejó.

Algunos quizás digan: "¡Pero yo sí creo lo que la Biblia dice y Dios no me habla nada!" Una enseñanza del Dr. Cole puede explicar esto:
 "La única Biblia que creemos es la Biblia que obedecemos".
Muchos se engañan a sí mismo pensando que creen lo que la Biblia dice, pero en realidad no la creen porque sus acciones no la respaldan. Si quieres ver lo que una persona realmente cree, no pongas atención a sus palabras, sino a sus acciones. Si quieres ver lo que realmente crees, no pongas atención a tus palabras, sino a tus acciones.

El pastor Robert suele contar que cuando sube a un taxi aquí en Lima, los taxistas casi siempre le preguntan, después de averiguar que sí habla español y que es pastor, que si es verdad que los cristianos no fuman, no se emborrachan y no se drogan, a lo que él siempre contesta: "Sí, es verdad, no lo hacemos." Pero le parece curioso que muchas veces los jóvenes de la iglesia se le acercan para preguntarle si es que ellos pueden fumar, emborracharse y tomar algunas drogas. Entonces el pastor les contesta: "¡No sé! ¡Pregúntenle al taxista!"

El pastor Robert siempre termina diciendo que muchos de nosotros sí sabemos lo que debemos hacer, pero muchas veces no queremos y buscamos excusas para no hacerlo.

¿No sabes qué hacer en cierta situación? ¡No importa! ¡Sigue haciendo lo que sabes que tienes que hacer! Sigue sirviendo, sigue perdonando, sigue orando, sigue siendo parte de tu iglesia. No mientas, no robes, no le hagas a otros lo que no te gustaría que hagan contigo. "¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?", quizás te preguntes. ¡Mucho!, porque Hebreos 5:14 enseña que el "alimento sólido" (entiéndelo como "palabra de Dios específica) es para los que han ejercitado sus sentidos a través de la práctica para discernir lo que es bueno y malo.

Así que, mientras mantengas una buena actitud y sigas obedeciendo lo que la Biblia dice, más te estarás ejercitando en escuchar la voz de tu Padre Celestial y cada vez te será más fácil oírla, porque sabrás que Él no te pediría que hagas tal cosa, reconocerás Su mover y lograrás identificar Su voluntad específica para algo.

¡Espero te haya ayudado!

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