lunes, 10 de abril de 2017

La Transfiguración - ¡Escucha a Jesús!

¿Quiénes son tus súper héroes favoritos? ¿Supermán, Hulk, Gokú? Imagínate que los tienes juntos delante de ti. ¿Cómo te sentirías? Bueno, algo así me imagino que Pedro, Jacobo y Juan se sintieron al ver a Moisés y a Elías al frente de ellos (Mateo 17:1-7).

Hay que recordar que para los judíos de ese entonces Moisés y Elías eran los más más. No había Nuevo Testamento todavía y Jesús era considerado por algunos como Juan el Bautista, por otros como Elías mismo, y por otros por "algún profeta que resucitó" (Mateo 16:13-14). Y a pesar de que de que el Padre le reveló a Pedro que Jesús era el Hijo de Dios, sabemos que todavía no tuvieron bien firme esa revelación porque luego dejaron a Jesús solo en el calvario. Entonces, Jesús se lleva a Pedro, Jacobo y a Juan a la cima de un monte y, de repente, Moisés y Elías se le aparecen y comienzan a hablar de cosas importantes con Jesús.

Yo me imagino lo que Pedro, Jacobo y Juan comenzaron a pensar: "¡Wow, son Moisés y Elías!  ¡Jesús sí que debe ser importante!". Y luego Pedro dice: "¡Oh Maestro, qué honor que estemos aquí!". Estoy seguro que si hubieran existido los celulares con cámara, no hubieran desaprovechado la oportunidad de tomarse un selfie con ellos. ¡O quizás son capaces de pedirle a Jesús que les tome la foto!

Es ahí cuando Dios el Padre hace su intervención. Parafraseando, Dios les dice: "Pedro, Jacobo y Juan, ¡ESCUCHEN A MI HIJO JESUS!".

¡¿Te puedes imaginar eso?! Ellos tienen en frente a sus súper idolatrados Moisés y Elías, y Dios el Padre les dice: ¡Escuchen a Jesús!

¡Más claro no se puede poner!

Ellos pensaban que conocían a Dios, pero la verdad era que nadie lo conocía como el Hijo mismo. Dice en Hebreos que Moisés fue fiel pero como siervo, pero Jesús como Hijo. A través de la Ley nunca podrás conocer a Dios como realmente es. La Ley es una sombra de lo verdadero. Jesús te lo muestra como realmente es.

Dios no quiere que sigas intentando conocerlo a través de la Ley, es decir, a través de legalismos, de religión, de estándares, de reglas y mandamientos. No lograrás conocerlo así. Solo te frustrarás.

Por eso Jesús dijo: "A Dios nadie lo conoce" (Juan 1:18 - aquí la palabra "ver" significa "conocer" en griego), porque ellos solo pudieron conocer a Dios a través de el Antiguo Testamento, a través de la Ley. No conocían otra cosa. Pero Jesús dijo: "Yo, el unigénito hijo de Dios, lo doy a conocer".

Entonces, ¿quieres conocer a tu Padre celestial? ¡Conoce a Jesús! Jesús dijo: "El que a mí viene, yo no le echo fuera" (Juan 6:37), "yo he venido a que tengan vida en abundancia" (Juan 10:10), "Yo soy el camino, la verdad y la vida" (Juan 14:6). Él vino a sanar, salvar, restaurar. ¡Jesús no vino a condenar al mundo, sino a salvarlo! (Juan 3:16-17).

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