miércoles, 24 de enero de 2018

"Dios no me bendijo hoy"


Hay muchos que quizás no lo dicen, pero en el fondo de su corazón piensan que su Padre Celestial pasó un día sin bendecirlos. Muchas veces llega la noche y ellos se dicen a sí mismos: "Bueno, no vi a Dios moverse hoy por mí, no me bendijo, no me protegió. Simplemente no lo sentí hoy". Yo creo que ese pensamiento está basado en un concepto errado sobre lo que es ser bendecido por Dios.

Recuerda esto: El hecho que no has visto que tu Padre Celestial te haya bendecido, no quiere decir que Él no lo haya hecho. El hecho que no has visto que tu Padre Celestial te haya protegido, no quiere decir que Él no lo haya hecho. El hecho que no has visto que tu Padre Celestial te haya ayudado, no quiere decir que Él no te haya ayudado. El hecho que no hayas sentido a tu Padre Celestial contigo, no quiere decir que Él no estuvo contigo.

¡Aunque no lo hayas sentido, tu Padre Celestial HOY te ha bendecido, ayudado, protegido y estuvo contigo! Él nunca deja de obrar por nosotros, no descansa, no duerme. Él para pensando en nosotros.

El siervo de Eliseo estaba preocupado porque un ejército había venido por él y por Eliseo. Era un ejército tan grande que pudo rodear una ciudad, y venían solamente por ellos dos. El siervo entró en pánico y le preguntó a Eliseo: "¿Qué haremos?" Entonces, Eliseo ora para que Dios le abra sus ojos, y cuando los ojos del siervo fueron abiertos, vio que la montaña estaba llena de caballos y carros de fuego alrededor de ellos (2 Reyes 6:14-17).

Nota esto: La Biblia no dice que esos ángeles fueron enviados en el momento que los ojos del siervo de Eliseo fueron abiertos. ¡Esos ángeles con carros de fuego YA ESTABAN AHI! El siervo solo se dio cuenta de la presencia de ellos cuando sus ojos espirituales fueron abiertos.

El hecho que no podamos ver lo que nuestro Padre Celestial hace por nosotros, no quiere decir que no está haciendo algo. Él SIEMPRE está ayudándonos. Él SIEMPRE está protegiéndonos. Él SIEMPRE está bendiciéndonos.

Yo creo que en Cielo recién sabremos cuánto nuestro Padre ha estado haciendo por nosotros, pero nosotros no nos dábamos cuenta.

Muchos de nosotros, al igual que el siervo Eliseo, no podemos ver lo que nuestro Padre hace porque solo nos concentramos en lo que nuestros ojos físicos ven: el problema en el tráfico, el reporte médico, en que otros son mejores que nosotros, que todavía escucho pleitos en mi casa, etc. ¡Pero si aprendemos a enfocarnos en lo que nuestro Padre está haciendo, podremos ver lo que Él hace!

Porque Él es nuestro Padre, su naturaleza es de bendecirnos, ayudarnos, protegernos, proveernos. No es que Él recién bendice, ayuda, protege y provee cuando se lo pedimos. ¡NO! ¡Él siempre lo hace porque esa es su naturaleza! Nuestra oración debe ser tener abiertos nuestros ojos para ver y recibir lo mucho que Él hace por nosotros. Y recuerda esto, que si aún así no podemos verlo, ¡simplemente CREE que ÉL está obrando por nosotros!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario