domingo, 28 de enero de 2018

Prepárate para tu Oportunidad


No confundas una cosa mala que te pasó con algo malo que se construiste. Algo malo que te pasó es un accidente, una traición, un despido injusto, una enfermedad que no provocaste, el tráfico, un robo, etc. Es algo que tú no tuviste nada que ver y que simplemente sucedió. Estas cosas malas nos pasan a todos: hombres y mujeres, buenos y malos, de cualquier estrato social, país o creencia.

En cambio, algo malo que se construyó es un mal hábito, una deuda impagable, un matrimonio destruido (en la mayoría de los casos), infidelidad, la flojera, el mal carácter, etc. Es algo que permitiste que entre en tu vida y que crezca de a pocos, y ahora que te está trayendo muchos problemas, recién lo considera como un problema grande. Cuando uno llega a este punto, uno se vuelve un imán para las cosas malas.

Pero pasa lo mismo con las cosas buenas.

No confundas una cosa buena que te pasó con algo bueno que construiste. Algo bueno que te pasó es que te encuentres dinero, que conozcas a una persona que te cayó muy bien, que salgas sorteado para un premio entre todos tus compañeros de trabajo, que te tocó todas las luces verdes del tráfico, etc. Es algo que tú no tuviste nada que ver y que simplemente sucedió. Estas cosas buenas nos pasan a todos: hombres y mujeres, buenos y malos, de cualquier estrato social, país o creencia.

En cambio, algo bueno que construiste es un buen hábito, estabilidad económica, un buen matrimonio, un buen estado físico, carácter, disciplina, etc. Es algo que conscientemente buscaste e hiciste crecer de a pocos, y ahora te está trayendo muchas bendiciones. Cuando uno llega a este punto, uno se vuelve un imán para las cosas buenas.

Nuestro enfoque debe estar no en las cosas que nos suceden, sino en las que construimos.

La mayoría solo "espera la buena suerte", porque piensan que eso cambiará sus vidas. Lamentablemente no se dan cuenta que no se trata de SOLAMENTE esperar esa buena suerte, sino de estar listos para cuando llegue.

Esa "suerte" u oportunidad, como dije, les llega a todos (Eclesiastés 9:11), lamentablemente no todos están preparados para cuando llega. La preparación es la llave que abre la puerta de esa oportunidad.

¿Qué hacen aquellos que no salen adelante cuando les llega su oportunidad? Como no tenían un plan, cuando les llega ese dinero extra, se lo gastan en tonterías. Cuando conocen a esa persona que les cayó muy bien, esa persona no quiere ser su amigo(a) porque nota que el otro(a) es un necesitado emocional. Cuando llegan más temprano al trabajo porque no hubo tráfico, sólo pasan más tiempo en las redes sociales. En otras palabras, simplemente desperdician lo bueno que les tocó.

¿Estás preparado para cuando llegue tu oportunidad? Recuerda, TU OPORTUNIDAD LLEGARÁ SÍ O SÍ, así que mejor prepárate. La preparación es la evidencia que crees que algo bueno viene. Tu preparación determinará lo que harás con tu oportunidad cuando llegue: si estás preparado, la aprovecharás, pero si no lo estás, la desperdiciarás, o quizás, ni siquiera te darás cuenta que vino.

¡Espero te haya bendecido!

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