viernes, 24 de agosto de 2018

Inmigración Venezolana - ¿Qué haría Jesús?


Como cristiano, una de las maneras que tengo de buscar claridad en alguna interrogante es preguntándome lo que haría Jesús en tal situación. En esta caso de la llegada de tantos venezolanos al Perú me pasó eso.

A pesar de que en forma natural mi posición era de ayudar a los venezolanos que venían al Perú, no me parecía un buen razón decir que sentía compasión por ellos. Fue así que en un comienzo me dejé llevar por los interminables argumentos, tanto a favor como en contra de la inmigración venezolana, y me di cuenta que no tuve una clara posición bíblica con respecto a ello. Entonces fue que me pregunté qué es lo que haría Jesús en esta situación y, poco a poco, la claridad llegó.

Sinceramente no me imagino a Jesús diciéndole a algún venezolano: "No te ayudaré". Me cuesta creer, según la convicción que tengo de Jesús como un Dios de amor, que Él le diga a uno de ellos: "Regresa a tu país". Por lo tanto, yo, como Su representante, no puedo hacer eso, porque los ojos de los que nos rodean están sobre mi y sobre ti que creemos en Jesús, y nuestras acciones las asumirán como si fueran de Jesús.

Hay algo que no debemos olvidar: Nosotros, los que creemos en Jesús, estamos aquí de pasada, pertenecemos a un Reino diferente, somos peregrinos en este mundo, nuestra verdadera tierra es el Cielo. Aquí somos embajadores del reino de nuestro Padre, Sus representantes, y esa representación es un trabajo el 100% del tiempo, no solo cuando estamos entre cristianos en la iglesia. Por lo tanto,  antes que peruanos, nosotros somos cristianos.

¡Pero esto no es algo malo! Por el contrario, de la misma manera que implica que mientras mejor cristianos seas, serás un mejor esposo o esposa, o un mejor hijo, o un mejor empleado, o un mejor jefe, o un mejor padre o madre, así también, ¡mientras mejor cristiano seas, un mejor peruano serás!

Así que, antes de adoptar una posición, asegúrate sin auto engaños que estás convencido de que crees que eres un representante de Jesús en todo tiempo, recordando SIEMPRE que tus palabras, tus acciones y tus posts en las redes sociales las toman como si vinieran de Él.

Si solamente te llenas de comentarios cargados de enojo y amargura, entonces enojo y amargura es lo que habrá dentro de ti. Y, adivina qué saldrá de ti cuando comentes sobre el tema: ¡enojo y amargura! Yo no llegué a discutir con nadie sobre esto, pero reconozco que estuve tentado en más de una ocasión de hacerlo. Y una vez dentro, es tan fácil moverse en ese círculo vicioso de interminables discusiones, defendiendo posturas con verdades acomodadas, las cuales solo llevan a pleitos, enemistades, divisiones y contiendas (lee Santiago 3:13-18).

Pero hay un mejor camino para ti. 1 Timoteo 2:1-4 dice en la visión Dios Habla Hoy:
"Se debe orar por lo que gobiernan y por todas las autoridades, para que podamos gozar de una vida tranquila y pacífica, con toda piedad y dignidad. Esto es bueno y agrada a Dios nuestro Salvador".
¿Lo haces? ¿Estás orando por tus autoridades? ¿Oras para que nuestro Padre los guarde, los guíe, les dé sabiduría, para que así nosotros podamos gozar de una vida tranquila, pacífica y digna? Te doy un secreto, podrás saber si la persona estuvo sinceramente orando por esta situación si el comentario que lees o escuchas lo sientes cargado de enojo, amargura y/o deseo de pleito.

Si NO estás de acuerdo con el proceder del gobierno con respecto a los inmigrantes venezolanos, ¡ora! Y si SÍ estás de acuerdo con el proceder del gobierno con respecto a los inmigrantes venezolanos, ¡ora! Ten presente que cuando oras, no solo le estás abriendo puertas a nuestro Padre Celestial para que Él pueda obrar, sino que principalmente te estás limpiando de toda esa amargura, enojo y deseos de competencia y pleito, y más aun, te estarás llenando del corazón de tu Padre con respecto a esta situación, y de esa manera podrás actuar más cómo Él lo haría, trayendo los frutos que Él quiere.

Mateo 25:34-40 dice: "Entonces dirá el Rey a los que estén a su derecha: "Vengan ustedes, a quienes mi Padre ha bendecido; reciban su herencia, el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me dieron alojamiento; necesité ropa, y me vistieron; estuve enfermo, y me atendieron; estuve en la cárcel, y me visitaron". Y le contestarán los justos: "Señor, ¿cuándo te vimos como forastero y te dimos alojamiento, o necesitado de ropa y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te visitamos?" El Rey les responderá: "Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí"".

¿Sabes qué? Este versículo (entre otros) me dice que debemos apoyar a nuestros hermanos venezolanos, pero TAMBIÉN me dice que debemos apoyar a nuestros hermanos que sufren del frío en las alturas. Ayuda a uno o ayuda al otro, pero ayuda. Que el hecho que no puedas ayudar a todos no se vuelva la razón por la que no ayudas a nadie. Es por eso que amo tanto la iglesia de Jesús, especialmente mi familia Camino de Vida, porque no tenemos colores políticos, sociales ni económicos. Nosotros no queremos ayudar esperando que se nos dé algo a cambio, sino que queremos agregar valor a la vida de las personas.

¿No sabes qué hacer? Yo sí:
Uno: ¡ORA!
Dos: Ayuda a uno o al otro, o ambos, ¡pero ayuda!
Tres: Guarda tu corazón de pleitos, porque serás tú el más perjudicado.

¡Espero te haya ayudado!

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Estoy seguro que los siguientes links te serán de edificación:




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