lunes, 16 de octubre de 2017

¿Los problemas te fortalecen?


Personalmente pienso que los problemas no te fortalecen, y en este post quiero explicar por qué.

Si los problemas fortalecieran, todos los que pasamos por problemas seríamos fortalecidos. Como seguro ya sabes, no siempre es así. Es más, en la mayoría de los casos sucede lo contrario: la gente se deprime, se estresa, quedan marcados, etc.

"Pero yo sé de esta persona que salió de su problema bien fortalecido", seguro pensarás. Es un error crear reglas generales de casos particulares, inclusive si existen varios casos de ello. Yo también podría decir: "Pero yo sé de esta persona que salió de su problema completamente destruido", y podríamos estar debatiendo en quién tiene la razón, cuando el error se encuentra en que el razonamiento está mal enfocado.

"El problema en sí no te destruye ni te levanta, solo revela lo que hay en ti" (Dr Edwin Loius Cole). Tus decisiones están basadas en lo que hay dentro de ti.
- Si te has estado llenando de negativismo, flojera, falta de preparación, malos ejemplos, etc., lo más seguro es que cuando atravieses por un problema te desanimes, te frustres, te llenes de temor y cosas parecidas.
- Pero si te has estado llenando de positivismo, disciplina, preparación, buenos ejemplos, etc., lo más seguro es que cuando atravieses por un problema no te rendirás, buscarás consejos, te sentirás retado y cosas parecidas.
El problema solo REVELÓ lo que había en ti.

Tú permites lo que entra en ti.
Como cristiano, no estoy de acuerdo con aquellos que dicen cosas como: "Dios me hizo pasar por este problema para aprender esto." Ellos piensan que fue Dios quien los hizo pasar por algún problema para que aprendan algo o sean fortalecidos por él. Bíblicamente, Dios no envía problemas a nadie, sino que ellos ya están ahí: a veces otras personas lo provocan, a veces nosotros lo provocamos y a veces están porque simplemente los permitimos. Lo que, mas bien, tu Padre Celestial hace es ayudarte a prevenirlos o a salir de ellos.

"Ok., Dios no me envió ese problema ni me hizo pasar por él, pero Dios sí lo usa para que Su Palabra sea aplicada." Tampoco. Dios no usa problemas para que apliques Su Palabra. Al contrario, Él te preparó de antemano con Su Palabra y Su presencia. Estas dos, Su Palabra y Su presencia, son las dos únicas maneras que vemos en la Biblia que nuestro Padre usa para enseñarnos algo.

Tú puedes ser enseñado por tu Padre directamente o indirectamente. Directamente es cuando tú mismo estás estudiando la Biblia, leyendo libros, escuchando enseñanzas, y también buscando Su presencia, e indirectamente es cuando tú estás siendo influenciado por alguna otra fuente: un amigo, un familiar, un testimonio, etc., lo cual no es otra cosa que la Palabra hecha carne en otra persona, la Palabra en acción, la Palabra dando resultado, pero sigue siendo la Palabra de Dios.

"Él prepara mis manos para la batalla" (Salmos 18:34). Tu Padre es el que te prepara para la batalla, no es el que prepara la batalla. Muchas batallas en el Antiguo Testamento ya estaban ahí, eran inevitables para tomar la tierra prometida. Es decir, si quieres tomar tu tierra prometida, las batallas serán inevitables, no fueron enviadas por tu Padre Celestial, sino que ya estaban ahí. ¡Pero tu Padre te ayudará a vencer!

Otra forma de decir lo mismo es: "Si le pides a Dios paciencia, Él te envía un problema para que saques paciencia". ¿Los problemas producen paciencia? ¡No! Los problemas no producen nada, ni cosas buenas ni cosas malas. La paciencia vino de otras cosas buenas de las que te has estado llenando en el pasado.

Por ese razonamiento muchos le agradecen a Dios por el problema, otros no están determinados a salir de él porque creen que está cumpliendo un propósito de Dios, otros están esperando el tiempo de Dios para salir, etc. Una creencia equivocada produce una conducta equivocada.

Una cosa es decir que Dios torna lo malo que te sucedió en algo bueno a decir que Él envió eso malo para luego tornarlo en bueno.

"Dios no envió los problemas, pero sí los permitió por alguna razón. ¡Hay que confiar en Él!" Para que confíes en tu Padre Celestial, tienes que basarte en lo que Su Palabra dice. ¿Encuentras base Bíblica que respalde eso? No solo dos o tres versículos, sino enseñanza sustentada de comienzo a fin de la Biblia. Sabes qué, no lo encontrará. Por lo tanto te recomiendo que no lo creas. No es suficiente que lo hayas escuchado de tus predicadores favoritos. Tienes que verlo tú mismo en la Biblia sustentado.

Si tú decides creer que tu Padre Celestial no te envió el problema por el que estás pasando, pero sí lo permitió por alguna razón la cual no alcanzas a entender ahora, pero la entenderás después, entonces estarás aceptando ese problema en tu vida en lugar de luchar contra él. Recuerda esto: Dios no te da armas para que pelees contra los enemigos que Él te envía, o bien, que Él permite que te ataquen. Uno podría pensar: ¡Y no sería mucho mejor que simplemente no me envíe ningún problema!

Si estás pasando por algún problema, tienes que saber que tu Padre no lo envió, sino que, por el contrario, Él te fortalecerá, te ayudará y te guiará a salir victorioso de allí. Así que, en lugar de decir: "Si no hubiera sido por ese problema, no hubiera obtenido esta bendición", mejor di: "Si no hubiera sido por mi Padre Celestial que me ayudó en medio de ese problema, no hubiera obtenido esta bendición."

¡Espero te haya ayudado!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario