sábado, 23 de diciembre de 2017

Chau 2017: ¡llegaste al otro lado!



¡Vaya año!

En 2017 pasaron muchas cosas. Comenzó con un muy acalorado verano que acompañaba a una situación política todavía más acalorada: interpelaciones, acusaciones, debates por la ideología de género, la orden de captura del expresidente Toledo, entre otras cosas. Inmediatamente después, huaycos en diferentes parte del Perú dejaron desolación y dolor por donde iban, y cuyas consecuencias todavía están lejos de ser restauradas.

Luego un trágico incendio conmovió a los peruanos por poner en evidencia la situación de esclavitud que muchos jóvenes padecen. El mundo de la política no dejaba de ponerse tenso. A medio año se ordenó la prisión preventiva del expresidente Ollanta y su esposa Nadine. Miles de escolares en peligro de perder su año escolar debido a las constantes huelgas de sus maestros.

Las interpelaciones a los ministros seguían y las acusaciones de corrupción alcanzaron al actual presidente del Perú. Cae el gabinete del gobierno. El año se coronó con el pedido de la vacancia presidencial.

Y esto solo es del Perú. Falta hablar de Venezuela, del Medio Oriente, del temor a una guerra nuclear, de los terremotos que azotaron diferentes lugares, de matanzas y tiroteos, etc. Y por supuesto, todo esto es solo el marco en donde nuestros problemas personales se desarrollaron.

Pero, ¿saben qué?, el 2017 terminó y seguimos aquí. Llegamos al otro lado. Las marcas que te dejó, no son de derrota, sino la prueba de que pasaste.

Te lo explico con esta historia: Una mamá vigilaba a su hijo de lejos mientras él jugaba en un río. De repente, un cocodrilo salió, agarró al niño del brazo y empezó a llevarlo río adentro. La mamá corrió con todas us fuerzas mientras gritaba por ayuda. Sorprendentemente ella llegó a tiempo para coger a su hijo del otro brazo. El niño era tirado, por una lado, por el cocodrilo y, por el otro, por su mamá. Gracias a Dios un cazador pudo escuchar los gritos de auxilio y rápidamente se acercó ayudar, matando al cocodrilo con su arma. El niño fue llevado de emergencia a un hospital.

Ya fuera de peligro el niño, su mamá aceptó que una periodista lo entreviste. La periodista le preguntó: "¿Qué piensas cuando ves las marcas que te dejó ese cocodrilo?" El niño le contestó: "Esas marcas no significan nada para mí". Luego le mostró su otro brazo y le dijo: "Estas marcas son las que tienen un gran valor para mí porque representan que mi mamá no me dejó y me salvó la vida".

Este 2017 seguro te dejó algunas marcas, pero esas marcas no son de derrota, porque si lo fueran, no estarías aquí. ¡Pero estás aquí! ¡Llegaste al otro lado! Esas marcas son las que te dejó tu Padre Celestial al no soltarte en todo este tiempo. Fue difícil, pero estás aquí en el otro lado. ¡Y tu Padre te promete que seguirá estando contigo en el 2018 sin importar lo que este traiga! ¿Habrán momentos duros? Seguro que sí, pero no estarás solo, Él te seguirá sosteniendo de la manó, y puedes estar seguro que NADA hará que te suelte.

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