miércoles, 20 de diciembre de 2017

Navidad - Vigilante y Expectante


No mucha gente celebró la primera Navidad. Es más, solo un pequeño grupo de personas pudo participar de ella: los pastores. ¿Por qué ellos? Yo creo porque ambos grupos tenían una característica en común: tenían expectativa.
Vemos en Lucas 2:8 que los pastores "velaban y guardaban las vigilias de las noches". El "velar y guardar" es un simbolismo de "estar atentos".

¿Estás diariamente vigilantes, atento y expectante a lo que tu Padre Celestial hace o cada día es simplemente "un día más" para ti?

Aquellos que consideran que cada día es simplemente "un día más", se pierden los milagros que ocurren todos los días, sólo están felices cuando ocurre "algo grande", están tan ensimismados en los quehaceres diarios que perdieron de vista la razón de tener esos quehaceres, y así, esas actividades se volvieron la finalidad de sus vidas, entonces, sin proponérselo, terminaron viviendo para su trabajo, para mantener la casa ordenada, para "hacer" y no para "disfrutar".

Pero los que están diariamente vigilantes tienen la expectativa que algo va a suceder, prestan atención a las pequeñas y diarias cosas de sus vidas porque piensan: "de lo pequeño Dios puede hacer algo grande", disfrutan cada momento porque no se quieren perder a su Padre Celestial en ese momento.

¡Cuántos religiosos, cuántas autoridades, cuántos buenos judíos se perdieron la primera Navidad, no estuvieron presentes en el nacimiento de Jesús porque estaban muy ocupados, por no estar expectantes que algo iba a pasar!

¡No pierdas la expectativa diaria que tu Padre Celestial está haciendo algo! ¡Abre los ojos y mira! ¡Desenfócate de lo que ocupa tu mente y enfócala en Él! ¡Deja de esperar el "gran milagro" y date cuenta que estás rodeado milagros!

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