domingo, 24 de diciembre de 2017

Navidad: Jesús no vino a condenar


Lo que el mundo necesita más que nada es esperanza, la esperanza que existe una oportunidad, que no todo está perdido, que el pasado no determinará el futuro, que los sueños se pueden hacer realidad.

Lamentablemente muchos no tienen esa esperanza y viven condenados por los errores y pecados que cometieron, o condenados a pensar que todo será igual por las cosas que les sucedieron. Pero Jesús vino a cambiar eso.

Jesús nació para traerles esperanza. Muchos piensan que Dios quiere darles lo que se merecen, que está atento a las cosas malas que uno hace para castigar, que es lejano e indiferente al dolor que uno pasa. Pero la realidad es todo lo contrario: nuestro Padre quiere darte lo que no te mereces porque Jesús ya recibió lo que te mereces. Él está atento a lo que haces como buen Padre amoroso y cuidadoso con sus hijos, y lo hace para ayudarte y bendecirte. Tu Padre es cercano a tu dolor, se identifica con él, llora contigo y se alegra contigo.

Si tu Padre hubiera querido condenarte por tus pecados, hubiera enviado a un condenador, pero porque quiso salvarte, envió a un Salvador. Si quisiera castigarte, ¿por qué simplemente no lo hace? Pero te ama tanto que quiso que el castigo que merecías lo reciba Jesús, y ahora Él es paciente para todos podamos conocerlo.

Navidad es el nacimiento de la esperanza. Navidad es el principio del fin de la condenación. Navidad es Dios acercándose al hombre. Navidad es que puedes decidir por un mejor futuro porque sabes que tu Padre Celestial está contigo. Por eso, Navidad es, realmente, la mejor época del año.

"Porque no envió Dios a Su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que fuese salvo por Él"
(Juan 3:17)

¡Yo, mi Ceci, y mis Juanes les deseamos una muy feliz Navidad!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario